viernes, 18 de noviembre de 2011

La paz en el mundo, ¿es posible?


La paz en el mundo, gran anhelo. ¿Quién no ha deseado alguna vez que no haya guerras en el mundo? , ¿quién no ha deseado que no haya nadie dispuesto a matar a otros seres humanos?¸ ¿quién no ha deseado fervientemente que todos los seres humanos nos entendamos y lleguemos a un punto de equilibrio y bienestar mutuo?.
La paz debería ser la situación normal y existente en todo el mundo. La única causa de que no haya paz, radica en el interior de cada ser humano. Los seres humanos somos los culpables de que no haya paz en el mundo. La avaricia, el ansia de poder, el egoísmo, la falta de humildad, la falta de solidaridad, la falta de humanidad, el poco valor, la pereza, la comodidad, la falta de generosidad, la injusticia…todo es causa de la falta de paz real en el mundo.
Es un hecho decir que en muchas ocasionas no está directamente en las manos de cada uno que deje de haber guerras y malos tratos, que nos tocan muy de lejos, aunque siempre, de un modo u otro, hay una manera de contribuir para intentar parar dichas injusticias. Sin embargo, no creo que el problema esté en no poder evitar guerras que nos pillen lejos, sino que la cuestión nos toca mucho más de cerca. Creo que conseguir la paz en el mundo sí está en nuestras manos, lo afirmo. Se logra intentando solucionar los problemas que nos tocan de cerca, que están realmente en nuestras manos.                                                                        
La clave es vencer toda causa que nos impida conseguirlo e intentar conseguir la paz en el mundo haciendo cosas por la gente que nos rodea, que tenemos cerca, que sabemos que tiene algún problema, que necesita apoyo, que está gritando ayuda y nadie le contesta. Tenemos que luchar por conseguir que haya paz a nuestro alrededor, ayudar a las personas  que tenemos cerca, ya que solo de esta manera se puede avanzar hacia la meta. Si vivimos en una sociedad en la que cada uno se centra solo en sí mismo, no se puede pretender ayudar a personas que están en otras partes del mundo, sino que hay que intentar ayudar a quienes tenemos cerca y así ir consiguiendo poco a poco un mundo mejor.
Creo que solo de esta manera puede conseguirse estar en paz con uno mismo, y de esa manera lograr un mundo mejor, en el que poco a poco, se pueda ir consiguiendo una paz real y efectiva.    


Para reforzar mi fiel creencia en que está en la mano de cada uno mejorar el mundo, me remito a la oración de San Francisco de Asís, que dice así: “Donde hay odio, ponga yo amor; donde hay ofensa, ponga yo perdón; donde hay discordia, ponga yo unión; donde hay error, ponga yo verdad; donde hay duda, ponga yo fe; donde hay desesperación, ponga yo esperanza; donde hay tinieblas, ponga yo luz; donde hay tristeza, ponga yo alegría”.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Ensayo " Vivir en familia"


La familia puede considerarse como un fenómeno social muy importante, que ha tenido lugar en el mundo desde tiempos inmemorables.
A lo largo de la historia ha habido miles y miles de familias, casi todas con el mismo patrón: madre, padre e hijos (formando estos tres "grupos" lo que es la familia principal, por así decirlo). Sin embargo este fenómeno ha variado mucho a lo largo del tiempo, dando entrada a familias monoparentales, y homoparentales.  
Asimismo, ha tenido lugar un gran cambio en la cuantía de integrantes de las familias, ya que, anteriormente, las mismas estaban formadas por un numero mayor de hijos. En la actualidad, debido a diversos factores como pueden ser el trabajo, la mayor preocupación estética, así como la falta de dinero o el egoísmo, han influído en que reduzca notablemente el número de hijos que forman cada familia.

Vivir en familia es algo que considero imprescindible para el buen desarrollo, sobre todo emocional, de cualquier ser humano, ya que, en teoría, la familia siempre es quien más cariño debe dar y quien más debe preocuparse por sus integrantes. Por desgracia esto es una cosa elemental que no se da tan a menudo como debería, ya que hay muchos casos de familias rotas, o de aquellas que, aún estando unidas, no cumplen verdaderamente sus “funciones”.                                                                  
La familia es muy importante para el ser humano, todo el mundo necesita sentirse querido dentro de un grupo de personas que forman el entorno más cercano; sin embargo, no necesariamente la familia está a veces formada por las personas unidas por grado de parentesco, ya que pueden formar realmente la familia de algunas personas, otras que con las que no están unidas por sangre.

Considero muy importante vivir en familia, en el sentido de hacer cosas la familia unida, intentando  que haya un ambiente positivo y de cariño, y ante todo respeto entre sus miembros. Vivir en familia no siempre es fácil ya que requiere bastante esfuerzo para que haya entendimiento y no se produzcan disputas continuamente. Creo que es muy bueno crear un ambiente agradable y reitero, de mucho cariño en la familia. Lo más importante es que haya mucho amor y generosidad.
Doy mucha importancia al hecho de pasar las fechas “señaladas”, por así decirlo, como son cumpleaños, aniversarios, festividades como la Navidad, la nochevieja, etc, con la familia, con las personas que uno más puede llegar a querer en el mundoy que, posiblemente, más te pueden dar.
Estoy segura de que una persona puede luchar contra lo que sea y llegar a donde sea si tiene todo el amor de su familia, ya que si ve que esto flojea, o no llegan a apoyarle o a entenderle, se puede desmoronar por completo.

Habría que dar gracias a todas las familias del mundo, sean como sean, tengan los miembros que tengan y crean en lo que crean, por tener el valor de hacer realidad esta “comunidad” como es la familia, ya que la familia se basa en el amor, y por ente, la sociedad se basa en la familia. 

domingo, 6 de noviembre de 2011

Un poquito de mí




       Nací en Madrid un precioso 11 de febrero de 1989, como suele decir mi madre, y todo fue alegría en mi casa, ya que después de tener dos niños, tenían muchas ganas de tener una niña pequeña y con el pelo rizado correteando por la casa.
Siempre fui una niña muy risueña y sobre todo, habladora. No paraba de corretear de un lado a otro y de revolverlo todo. Es muy característico de mí que, cuanto más me empeñaba en hacer baloncesto, ballet o cualquier tipo de ejercicio cuando era pequeña, más esguinces me hacía, llegando a haber tenido varios en cada pie.

En el colegio siempre fui una niña muy atenta con todo el mundo y recuerdo una profesora en particular, llamada Lola, que era como mi segunda madre, y a la que siempre, entre clase y clase, le hacía trenzas en su largo pelo.
Mis años de secundaria y bachillerato fueron muy ajetreados, ya que siempre me empeñé en crecer antes de tiempo y en intentar ser mayor, cosa de la que me arrepiento profundamente puesto que ahora valoro más el tiempo y el hecho de que hay que vivir lo que toca cuando toca, y no intentar acelerar las cosas; y en cuanto a estudios, saqué todo,  con sus más y sus menos, pero nunca repetí curso, a diferencia de en mis años de carrera.
Tengo dos hermanos más mayores que yo, de 26 y 29 años, los cuales siempre han sido un encanto con su hermana pequeña a pesar de intentar corregirme muchas veces.
Mi hermano mayor, Alfonso,  siempre ha sido un chico muy espabilado y a vivido muy a fondo su adolescencia, sin destacar precisamente en los estudios, pero siendo muy buen chico; además lo gracioso es que siempre ha sido un chico muy guapo y hasta yo pensaba de pequeña que sólo venían mis amigas a casa para verle a él.
Mi otro hermano, Guillermo, ha sido el más relajado y centrado de los tres. Siempre ha destacado, no sólo por las buenas notas que ha sacado siempre, sino por su nivel cultural y su incansable afán de aprender. Siempre ha sido un chico tranquilo al que no le ha gustado nunca mucho lo de la vida nocturna, aunque últimamente, ya con su título universitario y su máster, parece que ha cambiado. Él me enseñó cuando era bastante pequeña a tocar la guitarra eléctrica, cosa que por desgracia, ya no recuerdo.
Mi hermano Guillermo estuvo estudiando aquí, en la Universidad de Navarra, motivo por el cual yo conocí esta universidad y decidí venir aquí a estudiar derecho, cosa que he tenido siempre bastante clara.
Este ya es mi quinto año en Pamplona, y os preguntareis, “¿cómo es que está en tercero todavía si tendría que haber acabado este año?
La respuesta es simple y a la vez complicada, ya que llega un punto en la vida de cada persona en el que afloran las mejores y a la vez las peores cosas que uno puede tener dentro, y eso es exactamente lo que me ha sucedido a mí.
Por suerte he conseguido sacar fuerzas para centrarme, aunque todavía me queda mucho camino por recorrer, y tengo unos padres generosos que han aceptado el hecho de seguir pagándome esta universidad a pesar de haber repetido dos años seguidos. Lo que más me entristece de esto, además de “perder ese tiempo”, es que la gente con la que empecé ya no está, y he cambiado tanto de compañeros que ya no conozco a nadie de verdad, cosa que está consiguiendo hacer, negativamente, mucha mella en mí interior. El problema es que soy un apersona que, a pesar de haber recibido mucho cariño, siempre he tenido un vacío enorme en mi interior, y una enorme dependencia de gente que realmente me quiera como soy, que, a pesar de haber conseguido tener las mejores amigas del mundo en Madrid, no he corrido esa suerte en mi tiempo en Pamplona, a excepción de dos personas que son el centro de mi vida aquí.
Siempre he pensado que lo importante es seguir y buscar siempre lo positivo, cosa que intento hacer, aunque muchas veces veo muy complicado, y la verdad, ¿de qué sirve vivir si no es para cometer errores y aprender de ellos?

Maneras de vivir


La vida es un continuo misterio; a lo largo de ella pueden suceder más o menos cosas, dependiendo de la intensidad con la que se viva y también de factores externos a la propia persona.
La vida puede desarrollarse por las personas de maneras diferentes, pero siempre va a seguir siendo la vida, la única que tenemos en la tierra.                                               
Creo que las personas pueden vivir de mil maneras diferentes, tener diferentes ocupaciones, diferentes aficiones, diferentes gustos, creencias y valores; pero lo más importante es llevar una buena vida. Lo complicado es que no hay una visión generalizada y cerrada de lo que es exactamente vivir adecuadamente, sino que cada ser humano, con su raciocinio, decide como quiere y cree que es bueno vivir.
A parte de esto, es bien sabido que por desgracia, hay millones de personas que tienen que llevar una vida pésima, debido a la situación por la que les ha tocado estar rodeados de pobreza, catástrofes, etc.
Muchas personas, alegan vivir de la única manera correcta posible, creyendo sólo en esa verdad, cuando en realidad la “verdad” es muy relativa, y resulta diferente para cada persona, aunque suele tener unos matices conexos, como pueden ser el respeto, la bondad, y un mínimo de moral y valores. Estas personas no se dan cuenta que con esa manera de vivir, de ir por la vida, no dejan vivir tranquilos a los demás y además, tampoco viven tranquilos ellos, ya que sólo piensan en lo que hacen o dejan de hacer las demás personas, juzgándolas. Además creo que formaría parte de una manera de vivir correcta, sobre todo, el respeto hacia los demás seres humanos, y la comprensión, el no pensar que sólo lo que uno piensa es lo correcto sin dar cabida a nada más, ya que esto nos hará ser infelices, desgraciados al igual que se lo haremos a las personas con las que lo estamos siendo por diversos motivos (diferente forma de pensar sobre religión y ciertos temas que son importantes en un ser humano).
Lo más importante en la vida creo que es que vivas de la manera que vivas, y hagas lo que hagas, esté dirigido o encaminado a la felicidad y que te llene en todos los sentidos, y además conozcas el amor. No sólo un tipo de amor en concreto sino, lo que es querer de verdad a otra persona y a la vez sentirse querido de verdad;  el amor de un amigo, un familiar, la pareja…en definitiva, el amor hacia otro ser humano.
En definitiva, la mejor manera de vivir es aquella que nos fluya, coherentemente, siendo tal y como somos e intentando hacer de las cosas buenas un hábito, haciendo que cada vez cuesten menos y que nos llenen. En este sentido creo fervientemente que lo que más puede ayudar a las personas, sea cual sea su estilo o manera de vida, es el amor a los demás, ya que con amor de verdad, es más difícil que tengan lugar injusticias. Hay que respetar a los demás, incluso cuando no te respeten, ya que es la única manera de conseguir dar ejemplo y crear relaciones basadas en el amor, y no basadas en el odio.
La vida es una, y hay que vivirla lo mejor que se pueda para uno mismo, siempre con el amor y respeto a los demás, y haciendo que todo lo que vayamos realizando a lo largo de ella, sea lo que nos haga sentirnos bien y completos.